Bote de pintura con pincel · Pintapots

Diseño de un envase de pintura para uso infantil que incorpora pincel y evita derrames y manchas.

Precedido por una patente internacional, fuimos los encargados de dar forma a la fantástica idea de hacer realidad un bote de pintura infantil que minimiza los derrames y evita manchar las manos del usuario y el contexto de uso.

Basado en el Principio de Torricelli, nuestra solución permite mantener el mango del pincel siempre limpio de pintura en usos continuados y minimizar así las manchas, tanto en las manos como en el contexto. Algo que agradecen enormemente padres y maestros.

Nuestro propósito de diseño, al margen de lograr lógicamente su más correcta solución funcional, fue definir un producto que, alejado de los tópicos figurativos que suelen regir el sector de los más pequeños usuarios, nos explicara y/o hablara de su particularidad.

Para lograr este objetivo consideramos siempre trazar una estructura formal del envase muy nítida para que no distrajera y poder así centrar toda la atención y la semiótica en la tapa, en la que colocamos unas ondas y adquiere el total protagonismo del producto. Con este bonito i rítmico motivo geométrico-formal-cromático, no solo pudimos explicar que era un contenedor de líquidos (pintura) sino que además jugamos con el concepto de la diana y la fecha (pincel) para poder establecer la simbiótica relación del pincel con el contenedor y hablar también del acierto de la solución en un sentido práctico, poéticamente hablando. Un guiño simpático que tuvo una gran aceptación.